En blanco y negro.
Siluetas definidas y cinturas marcadas estilo años 50's, Giambattista Valli
se rinde a la simplicidad más oscura, con tul, estampados similares al leopardo
y una descarga en blanco y nude final para endulzar a los asistentes, pasando,
eso si, por el intenso amarillo.
Si me tengo que quedar con algo, sería, sin dudarlo ni un momento, con los vestidos llenos de aplicaciones en forma de flores, elegantes y muy femeninos.
Tengo que admitir que cada vez me gusta más Valli.
Fotos: Vogue.es
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